La cadena cárnico ganadera es probablemente uno de los pocos sectores económicos españoles que reúnen las fortalezas más apropiadas para la reconstrucción nacional con la que estamos comprometidos después de los efectos producidos por la pandemia del COVID-19.
Es un sector de alta aportación de empleo, lidera nuestra industria alimentaria, genera divisas por ser netamente exportador aún en crisis económicas y vertebra la España Despoblada siendo en ella su principal motor económico.